5 razones por las que Superpatch puede tener efectos distintos en cada persona

Que los Super Patch funcionan, no cabe duda. Sí que cada cuerpo es diferente y los efectos de SuperPatch, no son idénticos en todas las personas

1. Cada cuerpo tiene una biología única

Aunque dos personas tengan “dermatitis”, las causas pueden ser diferentes:

Una puede tenerla por alergias, otra por estrés, otra por problemas digestivos, otra por toxinas acumuladas, etc.

Superpatch no “trata el síntoma”, sino que ayuda al cuerpo a autorregularse. Si el origen no es el mismo, la respuesta será distinta.

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2. Estado del sistema nervioso y energético

Los parches actúan a través de la neuromodulación cuántica, y si una persona está muy bloqueada energéticamente (por medicamentos, inflamación crónica, trauma emocional, etc.), puede tardar más en sentir efectos.

Otras personas están más “receptivas” y notan cambios muy rápido, incluso en minutos.

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3. Carga tóxica o “crisis de regulación”

Algunas personas tienen más toxicidad o carga emocional acumulada.

En esos casos, el parche no falla, sino que el cuerpo prioriza la desintoxicación antes de mostrar mejoría visible.

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4. Pauta o colocación inadecuada

Si el parche se coloca en una zona poco efectiva, o si se usa menos horas de las necesarias (o demasiadas al inicio en personas muy sensibles), la respuesta puede ser nula o incluso incómoda.

Siempre es bueno individualizar la pauta, empezar suave y ajustar según la reacción del cuerpo.

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5. Expectativa vs. percepción real

Algunas personas esperan un efecto inmediato y, al no sentir algo muy notorio, piensan que “no hace nada”.

Pero el cuerpo puede estar ya regulando internamente, solo que aún no se siente desde fuera.

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Entonces… ¿funcionan o no?

✅ Sí, funcionan.
Pero no como una pastilla que bloquea un síntoma.
Funcionan desde dentro hacia afuera, ayudando al cuerpo a reorganizar sus sistemas.

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¿Qué hacer si no siento nada al usarlos?

1. Revisar si es el parche adecuado para el problema.

2. Probar otra ubicación.

3. Usarlo menos horas al inicio si hay mucha sensibilidad.

4. Dar al cuerpo al menos 21-30 días (la mayoría empieza a notar mejoría sostenida ahí).

5. Observar cambios sutiles: energía, sueño, digestión, estado emocional.

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Conclusión

No se trata de magia ni milagros. Es biología, física cuántica y autorregulación.
Cada cuerpo tiene su tiempo. Algunos responden en minutos, otros en semanas.
Lo más importante es escuchar al cuerpo y acompañar el proceso con paciencia y curiosidad